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Peñarol y Quilmes se enfrentan desde las 21

La novedad es el más que probable debut del estadounidense Kennedy Winston, quien arribó a la ciudad para incorporarse a los "milrayitas". Roberto Acuña, por el lado local, y Luis Cequeira, del bando "tricolor", podrían jugar pese a sus inconvenientes físicos.

La fase regular de la Liga Nacional de Básquetbol ingresa en su tramo definitorio. Y qué mejor que un clásico para empezar a delinear posibilidades reales de uno y otro, aunque después del partido que jueguen esta noche Peñarol y Quilmes, todavía quedará -al menos- uno más en el cierre de la temporada de Conferencias.

Los tradicionales adversarios marplatenses se medirán desde las 21, en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”, en la edición 117ª del historial, que favorece ampliamente al “milrayitas”, por un 80-36 global.

Sin embargo, en esta temporada las diferencias no parecen tan marcadas como en los últimos tiempos, si bien el equipo de Sergio Hernández tiene asegurada su plaza en los play-offs y el de Leandro Ramella por ahora mira con más atención los puestos de retaguardia aunque sin resignarse a pensar en que llegar a la postemporada es posible.

De lo expuesto, se desprende que las unidades en juego son de vital importancia para ambos, independientemente de todo lo significar ganar un superclásico.

En la presente campaña 2015/16 se han enfrentado en dos ocasiones, en ambas con victorias peñarolenses: 77 a 61 y 85 a 79.

Sin embargo, algunos actores serán diferentes, porque en uno y otro bando hay jugadores que ya no están y fueron reemplazados por otros. O no.

La novedad absoluta será el esperado estreno -llegó anoche y se supone que será habilitado para jugar hoy- del estadounidense Kennedy Winston en las filas “milrayitas”.

El alero, de 1,99 metros y 31 años, reemplazará a Todd Brown. Viene de jugar en Malvin de Uruguay (perdió las semifinales de la Liga de ese país ante Defensor Sporting), con promedios de 14,6 puntos, 4,7 rebotes y 4,0 asistencias en casi 38 minutos de acción.

Se formó en la Universidad de Alabama, y luego jugó en equipos importantes de Europa como Gran Canaria y Real Madrid (España); Panionios y Panathinaikos (Grecia); Virtus Roma y Granarolo Bologna (Italia), además de Halcones de Xalapa de México y Guaiqueríes de Margarita en Venezuela.

Con respecto a la disponibilidad de ambos entrenadores, si bien Roberto Acuña (entrenó diferenciado en la semana a raíz de asistir a kinesiología) y Luis Cequeira (salió con calambres por sobrecarga muscular ante Regatas) tuvieron algún inconveniente, se cree que ambos podrán jugar sin mayores problemas esta noche.

Coincidencia

En el enfrentamiento de esta noche entre los archirrivales marplatenses, tanto Leonardo Gutiérrez (Peñarol) como Luis Cequeira (Quilmes) cumplirán 30 clásicos disputados.

El ala-pivote cordobés lo hace en una única, prolongada y muy exitosa etapa en el “milrayitas”, en cambio el base chaqueño los cumplirá en dos etapas en el “tricolor”.

La diferencia es que mientras Leo conservará el quinto lugar en la lista de todos los tiempos de Peñarol, todavía lejos de Tato Rodríguez, Marcos Mata, Juan Manuel Locatelli y Alejandro Diez, los 30 le servirán a Junior para empatar al segundo en la lista de Quilmes de todos los tiempos, Pablo Gil. Y quedará a sólo 4 del líder, Esteban De la Fuente.

Massarelli: “Nosotros venimos mejor”

– No sos un veterano en los clásicos, pero ya tenés unos cuantos jugados. Siempre es un partido especial. ¿Ahora lo es más porque los dos necesitan ganar?

– Sí, desde que me tocó jugar mi primer clásico me di cuenta de que es un partido recontra distinto a todos los demás. Por todo lo que lo rodea, la gente el ambiente. Nada que ver con un partido común. Es algo muy lindo, muy estimulante para un jugador. Es casi una obviedad decir que los dos equipos quieren ganarlo como sea y con lo que sea. Es el clásico más trascendente de la Liga. La verdad es que estoy ansioso, esperando que llegue la hora del partido para intentar ganar.

– ¿Cómo llega Peñarol?

– Bien, bien. Creo que tuvimos un bache cuando perdimos los tres partidos de local seguidos contra Sionista, Olímpico y Ferro. Fue un golpe anímico. No lo esperábamos. De esos tres, al menos dos eran para ganarlos y no se pudo. Pero en la gira posterior ganamos dos de los tres como visitantes, regresamos a casa y le ganamos a Regatas, así que nos recuperamos desde lo mental y ahora viene el clásico, que siempre te predispone mejor. Por suerte venimos bien, así que esperamos estar a la altura.

– En el último juego ante Regatas tuviste un gran protagonismo ofensivo. ¿El factor sorpresa te favorece?

– Sí, al no estar Todd Brown y no tener tantos perimetrales, noté que el equipo necesitaba alguien más que anotara. Me sentí con más confianza, me sentí cómodo y agradecido a Sergio (Hernández) porque me había respaldado durante la semana para que tomara decisiones en ataque. Por suerte pude responder, aunque queda claro que no importa quién sea el goleador, sino que ganemos los partidos.

– ¿Qué diferencias podrías marcar con otro clásico emblemático como el de Junín?

– A lo mejor como Mar del Plata es una ciudad más grande y el Polideportivo es enorme, hay mucha más gente en el estadio que la que puede llegar a haber en las canchas de Ciclista o Argentino. El ambiente acá es increíble. Lamentablemente, a mí no me tocó nunca jugarlo, pero el clásico de Junín también se vive de una manera muy especial. Te das cuenta en la previa. Y como la ciudad es más chica, cuando falta poco para un clásico se nota en la calle, en cada esquina. Se siente mucho el básquet también y ese clásico se vive a full. Yo jugué dos años en Ciclista y fue algo muy lindo, quiero mucho al club. Son dos clásicos aunque con características diferentes y algo en común que es la gran pasión que despiertan.

– La irregularidad por la que pasó Peñarol también la han sufrido casi todos los equipos de la Liga salvo un par de excepciones. ¿A qué la atribuís?

– Yo creo que pueden ser dos motivos y están relacionados. Por un lado, el sistema de competencia, y por el otro, la relajación. Por ahí ganás dos o tres partidos seguidos y te relajás. No se puede subestimar a nadie. Cualquier equipo te puede complicar y ganar. A excepción de Ciclista Olímpico y Gimnasia de Comodoro, que casi no han perdido como locales, los equipos de la Liga han tenido muchos vaivenes. Se refleja en los resultados. Y por otro lado, a veces el sistema de competencia determina una gira de tres partidos seguidos afuera y al momento de jugar el último, con los viajes encima y el desgaste, llegás liquidado y en inferioridad.

– ¿Qué deberían hacer para imponer condiciones ante Quilmes?

– Creo que nosotros venimos mejor que ellos, aunque Quilmes le ganó muy bien a Regatas. Tal vez ellos están un poco más presionados porque luchan por escapar de los últimos puestos y nosotros sabemos que vamos a jugar los play-offs, aunque queremos ser uno de los dos primeros de la Conferencia Sur. Por eso ambos tenemos la necesidad de ganar. Sabemos que sus perimetrales son muy picantes. La ofensiva de Quilmes se basa en (Luis) Cequeira, (Luca) Vildoza y (Walter) Baxley. Tenemos que enfocarnos en ellos tres y tratar de sacarlos del circuito de juego.

Cequeira: “Nuestro sacrificio tiene que ser atrás”

– ¿La victoria contra Regatas fue una linda manera de cortar la racha? Por el nivel de juego, por la calidad del rival, por lo que necesitaban los dos el triunfo…

– Sí, tanto para ellos como para nosotros era una final. Lo tomamos como un partido de play-off. Veníamos dulces pero quedó demostrado que en esta Liga no hay margen para relajarse un segundo. Ferro nos dio un cachetazo acá, en nuestra casa. Fuimos allá y lo perdimos en un cierre increíble, y para el resto de la gira nos bajó un poco la confianza y nos quedamos sin piernas. Pero aún así estuvimos siempre en juego con Obras y Comodoro. Eso ya pasó y necesitábamos un cambio porque de estar sextos y pensando en los play-offs, pasamos a mirar otra vez para atrás. Era clave cortar esa mala racha de cuatro derrotas, especialmente porque viene el clásico. Y también tenemos a San Martín de Corrientes en Once Unidos, otro partido clave.

– Con lo poco que falta para concluir la fase regular todos los partidos parecen claves. Pero además también necesitan que los demás pierdan…

– Y, ya empezamos a mirar para arriba y para abajo a ver qué hacen los demás o a ver cómo les va. Es una situación rara. Está muy rara la Liga, todo el año fue igual. Llegamos al tramo final y en nuestra casa tenemos que cuidar al máximo la localía y afuera, además de competir, como lo hemos hecho, tenemos que ganar alguno.

– La buena noticia es que están todos sanos…

– Sí, es un momento importante para estar todos juntos en buena condición y esperar que los resultados nos acompañen. Viene la parte más linda y más difícil. Por lo que nos tocó vivir a lo largo de toda la temporada, para nosotros lo que viene es lo más importante. Una vez que terminen estos juegos que nos quedan para terminar la fase regular, veremos dónde quedamos parados. Siempre somos positivos y optimistas y vamos a ir partido por partido como si fueran todos play-offs.

– ¿Cómo imaginás que será este clásico?

– Peñarol va a ser un rival durísimo. Más allá de todo lo que significa el clásico, los dos necesitamos ganar para acercarnos a los objetivos de cada uno. Si defendemos bien, tenemos muchas chances de ganar cualquier partido. Pero si no defendemos, no podemos ni competir. No es lo nuestro intercambiar gol por gol. No es casualidad que en las cuatro últimas derrotas hayamos sufrido, en promedio, 90 puntos en contra por partido. Es una locura. Es muy difícil ganar partidos si estás obligado a meter más de 90. Es mucho. Nuestro sacrificio tiene que ser atrás. Cuando defendemos, podemos correr. Y cuando corremos, ganamos confianza y se nos abre más la cancha.

– Entonces, está claro cuál será una de las claves…

– Defender. Ya lo dije. Si no defendemos… Nos va a costar horrores. Más contra un equipo como Peñarol, muy “rachero”, con un estilo muy marcado por Sergio Hernández desde hace años, que siempre busca tomar la iniciativa desde la defensa. Y ofensivamente tienen a Nicolás Brussino que está pasando por un momento muy bueno. Básicamente tenemos que intentar controlarlo para que la vía de gol pase por otros jugadores y no por él.

– ¿Es cierto que por la identidad de juego para ustedes no es lo mismo en Once Unidos que en cualquier otra cancha?

– A nosotros nos encanta jugar en casa. Pero la casa del clásico es el Polideportivo. Siempre se juega ahí. Aunque Peñarol juegue ahí todo el año y nosotros no, eso no nos tiene que importar. Va a estar toda nuestra gente y la gente de ellos. Que sea una fiesta y no pase de ahí, porque más allá de todos los condimentos, no deja de ser un juego. Nosotros también tenemos que transmitir ese mensaje desde adentro de la cancha.

– Vas a jugar tu clásico número 30 y quedarás segundo entre los jugadores de Quilmes que más clásicos jugaron en la historia. ¿Lo sabías?

– No, no. Es una muy linda noticia. Disfruto muchísimo jugar los clásicos. Ojalá podamos ganar para festejar esos 30 clásicos.

Charla postergada y libro en el clásico

La charla organizada por el Instituto Superior DeporTEA y el Círculo de Periodistas Deportivos de esta ciudad a modo de segunda presentación del libro “Una historia de locos”, escrito por el periodista de esta sección Sebastián Arana, con la colaboración de Martín Pellegrinet, no pudo realizarse el último miércoles por un corte de luz general y se pospuso para el martes 12, otra vez a las 18.30 en la sede del mencionado establecimiento educativo, en la calle Hipólito Yrigoyen 2847.

“Una historia de locos”, el libro que recorre la aventura de Peñarol en la Liga Nacional de Básquetbol, estará a la venta está noche en el superclásico en el stand de merchandising del club “milrayitas”, ubicado a metros del portón de acceso principal en el anillo interior del Polideportivo.

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